El posicionamiento es un principio fundamental del marketing que
permitirá diferenciar nuestra marca (o producto, servicio, etc.) del
resto de la competencia vinculándola a diferentes percepciones.
Este concepto es bastante sencillo de entender pero no tan sencillo
de conseguir, ya que el posicionamiento se construye tanto desde la
empresa, mediante estrategias de marketing y comunicación, como, sobre
todo, mediante la percepción que los consumidores crean en su mente al
respecto.
Por ello, es imprescindible construir adecuadamente este
posicionamiento para no enviar mensajes mal definidos que provoquen que
el consumidor se cree una imagen distinta de la deseada.
Según los objetivos y estrategias de nuestra empresa, puede
interesar posicionarnos como el “top of mind”, esto es, la primera en
la que piense el consumidor, buscar la especialización en un segmento
concreto o vincularnos a una filosofía, a una forma de vivir, a
percepciones de calidad o economicidad, etc.
Del posicionamiento se derivan gran parte de las cuestiones que
construirán nuestra imagen de marca: tipo de comunicación, política de
ventas, atención personal, etc.
Los beneficios que una empresa consigue creando una marca con un
posicionamiento fuerte y diferenciado son claros: lealtad por parte de
los consumidores, credibilidad, claridad, comprensión por parte del
público, atracción y retención del talento, y liderazgo y referencia
del mercado.
Un claro ejemplo de posicionamiento bien ejecutado es el caso de la marca Apple:
El posicionamiento de Apple
Si hay un ejemplo de marca que reúna y dirija toda su actividad
hacia un valor definido es Apple. Apple ha desarrollado una estrategia
de branding en la que cual se busca un posicionamiento claro: Apple
vende diseño, sencillez, usabilidad e innovación frente al estilo de su
gran competidor, Microsoft.
Todos los productos de Apple intentan destacar por su usabilidad y
su limpieza. Este es el eje y la clave para comprender todas sus
acciones de Marketing y todas sus formas de comunicación: su
página web
destaca por un diseño claro y limpio; el formato de los iconos de
aplicaciones propias evocan claramente a su función y son fácilmente
identificables y recordables; incluso, sus clásicos anuncios
Get a Mac o los
tutoriales de sus programas se rodean de ese aura de limpieza y sencillez.
La comunicación directa, cara a cara, con los clientes mediante las
Apple Stores, es otra de las estrategias que Apple cuida con esmero:
espacios amplios, en los que el consumidor puede moverse a su gusto,
limpios, con un diseño actual y minimalista, sin complicaciones, donde
el consumidor puede utilizar y probar los diferentes productos:
ordenadores, iPhone, iPod, etc..
Apple ha conseguido también lo más difícil para una marca: entre sus
seguidores, los fanboys de Apple, reina el sentimiento de pertenecer a
una comunidad, son férreos defensores de la marca y así lo difunden. De
esta manera, según los
premios Brandjunkie,
Apple es la marca que más inspira y con la que más se identifica el
público. Según esta encuesta, muchos de los encuestados indicaron que
se identifican con ella ya que “piensa de manera diferente”, “es un
poco friki, pero muy elegante”.